El Mercurio
José Guzmán: Quisiéramos ser capaces de ir abandonando nuestra producción en lagos. Es una parte de la actividad muy cuestionada»
Plantea que deslistarán a la sociedad de la bolsa, para abocarse a un trabajo interno por tres años. «Después de eso, todo es posible», dice el histórico ejecutivo del holding de Gonzalo Vial. Otro plan es la conformación de un nuevo conglomerado acuícola.
Estamos muy contentos. Es un desafío interesante poder construir esta empresa, y que tenga este rol en la industria salmonera local y mundial. Estamos desde hace muchos años en la industria salmonera y ahora con un rol más activo. Siempre creímos que era necesaria la consolidación de la industria del salmón». Con estas palabras, José Guzmán, gerente general de Agrosuper, resume el sentir del grupo de empresas alimentarias, controlado por el empresario Gonzalo Vial Vial y su familia, tras concretar el domingo pasado la compra de la mayor empresa salmonera local, AquaChile, a través de una Oferta Pública de Adquisición de Acciones (OPA).
La operación, que significó el desembolso de cerca de US$ 850 millones para quedarse con la compañía que era controlada por las familias Puchi y Fischer, deja a Agrosuper como dueño de cuatro grandes salmoneras locales, pues además de Los Fiordos —la sociedad con la que Agrosuper participa originariamente en la industria acuícola—, se suman AquaChile, que a su vez el año pasado, cuando aún estaba en manos de Puchi y Fischer, había adquirido Salmones Magallanes. Y Friosur, que Agrosuper había comprado a la familia Del Río Goudie.
El plan ahora es consolidar estas cuatro compañías en un holding con el nombre de AquaChile. El nuevo conglomerado prevé producir este año alrededor de 200 mil toneladas WFE —unidad de pescado vivo puesto en un centro—, lo que significa casi triplicar lo que Agrosuper producía previo a la compra de AquaChile, que era de entre 60 mil y 70 mil toneladas WFE. Además, las cuatro empresas suman alrededor de 350 concesiones, repartidas en cuatro regiones: XV, X, XI y la XII, con producción en el mar, mientras en la IX tiene concesiones de piscicultura, de producción en tierra.
«Esta será una sola empresa que funcionará bajo el paraguas de AquaChile, la empresa continuadora, porque va a tener un poco de todas. Desde el punto de vista de las marcas comerciales hay varias y lo que hay que ver es qué marcas, dónde y por qué las vamos a seguir ocupando. No tenemos un apego dogmático sobre algunas marcas o la necesidad dogmática de sacarlas», revela José Guzmán, quien además de su rol de gerente de todo el holding Agrosuper, esta semana sumó la presidencia del nuevo directorio en AquaChile, tras el traspaso de la propiedad, en reemplazo de Víctor Hugo Puchi.
Dicha mesa la integran, además, Gonzalo Vial (controlador de Agrosuper) y sus hijas María José Vial y María del Pilar Vial, Andrés Vial—marido de María Cristina Vial, también hija de Gonzalo Vial—, Luis Enrique Álamos, y se mantuvo Francisco Puga como director independiente.
Además, esta semana se convocó a una junta extraordinaria para aprobar un aumento de capital por US$ 340 millones en AquaChile, que se destinará completamente a saldar las deudas que contrajo esta firma, producto de la compra de Salmones Magallanes, explica José Guzmán. «Somos conservadores desde el punto financiero y creemos que esta empresa tiene que tener un nivel de deuda que sea lo suficiente para que pueda hacer sus planes de crecimiento y, al mismo tiempo, para ser capaces de absorber determinados shocks, o sanitarios o comerciales, y que pueda mantener su viabilidad. Nos sentimos más cómodos con una empresa que tenga no más de una vez Ebitda de deuda», dice.
«Nos tomará al menos tres años armar una sola empresa (…) Después no hay ninguna decisión dogmática en la bolsa»
En un plazo de entre seis meses a un año, AquaChile se deslistará de la bolsa: «Lo que uno busca es la simplicidad para poder hacer la unificación en una sola empresa. Esa es la razón última de por qué deslistar AquaChile», dice el ejecutivo. «Queremos operar sin restricciones formales para hacer de esta empresa lo más rápidamente posible una sola en toda su gestión. Y eso estimo que nos tendrá ocupado por los próximos tres años. Después de eso todo es posible. Estimo que nos tomará al menos tres años armar una sola empresa, en todo, marcas, red de clientes, sistemas de producción, sistemas de información, equipos, etc. Necesitamos tres años para mirar para adentro y ver cómo hacer de esta empresa una más eficiente, que es nuestro objetivo. Después no hay ninguna decisión dogmática en la bolsa», dice, en alusión a la opción de abrir el nuevo holding: «No es descartable ni tampoco un plan».
—Separados en unidades productivas de cerdos, pollos, salmón, etc., ¿cómo queda el negocio de Agrosuper después de la compra de AquaChile?
«Con la compra de estas empresas salmoneras para 2019 se darán tres cosas curiosas: el salmón será el rubro más importante de Agrosuper, las ventas de salmones serán cerca de un tercio del total. Los otros dos tercios se dividen a su vez en tres tercios: cerdos, pollos y pavos y cecinas, estos dos últimos muy parecidos en volumen. En segundo lugar, por primera vez en la historia, las exportaciones de Agrosuper deberían ser más importantes que el mercado interno. En tercer lugar, también por primera vez vamos a tener una unidad productiva fuera de Chile, la de la tilapia en Costa Rica. La tilapia es 13% de la producción total en toneladas en 2018 de AquaChile.
«Si uno mira la historia de Agrosuper, en estos más de 60 años, los primeros veintitantos fueron solo pollos, luego fue cerdo, y después salmones, y luego la fruta, que se sacó a otro lado. Luego, los pavos y las cecinas. Hay una diversificación más larga que hoy. Ha habido momentos en que pollos han crecido más rápido que los cerdos, otros que los salmones más rápido. Se dio esta coyuntura que permitió que los salmones pasaran a tener este rol en las ventas totales, pero nada dice que esto sea una condición permanente».
—¿Cuáles son los planes con AquaChile, en el mercado interno y en el externo?
«Esta es una industria esencialmente de exportación, porque es un producto todavía de muy altos ingresos y los consumidores que prefieren este producto en forma habitual no están en forma masiva. Esta será una industria de 95 a 98% en exportación. Ahora, también nos interesa tener una presencia en Chile y así lo hemos estado haciendo, porque si bien las tiendas de AquaChile tienen mucho éxito, mucho antes nosotros tenemos los productos de Super Salmón.
Eso se complementa con las tiendas de AquaChile y de Salmones Magallanes. Hay un tercer elemento que se desarrolló el año pasado en Agrosuper comercial: ofrecer a la cadena food services —casinos, restaurantes— salmón fresco. Y ha sido una experiencia exito- el medio». sa, por ahora es piloto, con volúmenes interesantes, pero acotados. Siempre estamos probando cómo ofrecer o replicar lo que vemos en otros países».
—En el extranjero, ¿cuáles son los mercados prioritarios?
«Estados Unidos va a seguir siendo muy importante, hoy es el principal mercado. Brasil, Japón y China son muy importantes, y Europa tiende a ser importante, menor que los otros. Japón tiene cultura de comer pescado y de hecho, AquaChile va a seguir siendo el principal productor del salmón coho, por el Pacífico, cuyo principal mercado es Japón. Y China tiende a ser cada vez más importante por un tema de una población, que es enorme, con una cantidad creciente de ingresos, interesada en consumir».
«Los industriales, los productores, la comunidad y la autoridad, a palos a lo mejor, tomamos conciencia del impacto social de esta actividad»
—¿Por qué decidieron profundizar su participación en el sector acuícola, que no es bien visto en materia ambiental? El rubro genera rechazo en comunidades. ¿Cómo lidiarán con eso?
«No hay que quedarse con esa afirmación de que aquí se produce un rechazo de todos los pueblos, porque eso no es así. Cuando uno se va a la zona salmonera, las comunidades que viven cerca, por conciencia propia y por la historia aprendieron a valorizar lo que significó la industria en sus vidas. Para el ISA, cuando hubo que reducir la producción al 10%, en el fondo se acabaron los salmones en la zona y con esto se acabó la pega. En los últimos años no solo la industria, los industriales, los productores, sino que también la comunidad y la autoridad —a palos a lo mejor— tomamos conciencia del impacto social que tiene una actividad como esta. La actividad salmonera evidentemente que tiene algunos problemas, riesgos sanitarios, y probablemente, va a seguir teniendo problemas sanitarios también, porque las expectativas de manejo ambiental van creciendo. Lo que tú hiciste bien hace 10 años, hoy puede ser insuficiente».
—¿Cómo se maneja eso en una empresa tres veces más grande?
«A veces es más fácil de manejar porque la escala permite tener determinadas soluciones, equipos y tecnología, que facilitan el hacerse cargo de algunos problemas. Cuando tienes una empresa más grande puedes tener un equipo dedicado, especializado en mitigar los impactos de tu producción. El capital para desarrollar tecnologías o comprarlas, que permitan resolver determinados impactos».
«Lo que ya tenemos en Los Fiordos son equipos especializados en relacionarse con las comunidades, y en mitigar, monitorear los impactos que pudieran estar generando nuestras actividades y eso se va a profundizar. Tal vez por nuestro propio aprendizaje en Freirina tenemos una preocupación, una dedicación en tiempo, energía y recursos para relacionarnos
reiteradamente y adecuadamente con las comunidades. Lo que queremos hacer es ‘reconozcamos las mejores prácticas que hay en cualquier equipo y apliquémoslas en todas partes en forma sistemática'».
—¿Hay alguna medida concreta?
«Quisiéramos ser capaces de ir abandonando nuestra producción en los lagos, que es una de las cosas que se critica. Quisiéramos acordar con la autoridad una forma de hacerlo. No es un proceso fácil y requiere inversiones, quisiéramos abordarlo en su tiempo. Es una parte de la actividad que es muy cuestionada y hoy creo que existen alternativas tecnológicas que son capaces de resolver el problema y que uno en forma seria puede plantear con el tiempo necesario para hacer las inversiones una forma alternativa. Lo estamos pensando, viendo cómo, cuándo, cuánto. Nuestro objetivo es tener una producción sustentable, una relación con nuestros vecinos saludable y ofrecer un producto no solo saludable y rico, sino que está en paz con el medio.
Estoy hablando de los peces chicos. En los lagos hoy se hace la esmoltificación, significa que los peces los sacas desde chicos hasta los 150 gramos. Esa es la fase que estamos planteando avanzara hacerla en tierra. Los Fiordos y Friosur no usan lagos y quisiéramos que esa forma de enfrentar la producción pudiéramos replicarla en AquaChile».